Visita a Masterlitho: calidez humana y tecnología

La primera impresión al llegar a Masterlitho: Natalie en la recepción, arte y color.

Visitar Masterlitho siempre deja una percepción de vida y color. Es impresionante ver en todo lo que ha participado esta imprenta y sus proyectos exhibidos dentro de sus instalaciones.

Nos recibió el CEO de Masterlitho, el ingeniero Luis Fernando Leal; quien amablemente nos llevó por las instalaciones para conocer la planta. El recorrido comenzó en la sala de exhibición, donde también tienen algunos trabajos en pasta dura, parte de la especialidad de Masterlitho.

De ahí, caminamos al área de impresión digital. Una sala amplia y luminosa, con grandes impresoras distribuidas. Don Luis nos explica sobre la impresión digital, que funciona muy bien para tirajes pequeños, esto quiere decir de una hasta 300 impresiones; según las necesidades de cada cliente.

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Área de impresión digital de Masterlitho.

En esa sala pudimos apreciar también una de las áreas que más fuerza tiene actualmente para Masterlitho: la impresión de empaques. El auge de las actividades en casa seguro tiene cabida en esto, ya que llegan muchos proyectos de cajas para juegos de mesa; esta imprenta tiene la capacidad de combinar acabados, sustratos y troqueles para resultados asombrosos. Dice don Luis que ellos también ofrecen el servicio de laminado de los empaques, que les da un acabado más brillante y también más resistente.

Ahí mismo tuvimos la oportunidad de ver unos troqueles para bolsas de papel de un cliente que está implementando la política de “no plástico” en sus empaques. Según don Luis, esta innovación en Masterlitho responde a las necesidades que les van manifestando sus clientes, afirma que por sus clientes Masterlitho siempre apuesta al cambio: “los clientes nos han llevado a hacer cosas nuevas y mejores”.

Una de las máquinas más importantes del área de impresión digital es la de etiquetas de rollo, estas pueden imprimir directamente en papeles adhesivos o regulares, ya sea en blanco y negro o a color.

En el área de impresión digital trabajan 12 personas, y la verdad, es muy llamativo verles en acción, sincronizando el circuito para ser eficientes: mientras unas personas están con prototipos en una mesa de luz, otras están pendientes de cómo van las impresiones en las máquinas, al tiempo que en otra esquina del taller hay dos más haciendo pruebas con empaques.

Antes de salir del área de impresión digital, nos mostraron una impresora que se llama “plotter”, que permite hacer trabajos de gran tamaño o gigantografías. Nos explicaron que el plotter permite hacer impresiones para diferentes soportes tales como rótulos e incluso camiones, así que, ya sabemos que en Masterlitho resuelven para todo tipo de necesidades de impresión: Desde muy chiquito, hasta lo más grande que queramos dejar volar la imaginación.

Dicen que el sentido del olfato está muy relacionado con la memoria, que los recuerdos olfativos permanecen grabados por más tiempo, especialmente aquellos relacionados con situaciones que tienen alto contenido emocional, y en mi visita a Masterlitho pude comprobarlo en carne propia: Desde el momento en que se abrió la puerta del taller de impresión offset, el olor de las tintas de impresión me llenó de nostalgia porque me transportó directamente a mis hermosos años de adolescencia, cuando estudiaba diseño gráfico en un colegio técnico y pasaba horas y horas metida en el taller de impresión, haciendo pruebas de color con las tintas y las planchas, y aprendiendo ese sutil arte que Masterlitho me puso de nuevo ante los ojos. Por un momento fui de nuevo aquella chiquilla de 16 años que vestía una gabacha cargada de manchas de tinta de diferentes colores.

Es evidente el avance tecnológico que ha tenido el campo de la impresión offset con el transcurrir del tiempo. Lo primero que vimos tras esas puertas fue una impresora offset para 8 colores ¡Gigantesca e impresionante! Totalmente automatizada ¡Nunca había visto algo tan colosal! En el pequeño taller que había en mi colegio, solo había un par de impresoras pequeñas y gastadas por los años de uso. Le preguntamos a don Luis que hace cuánto había comenzado la historia de Masterlitho: fue hace 31 años, en un local pequeñito como a un kilómetro de donde está la imprenta actualmente, y sólo con una máquina de un color ¡Cómo ha crecido Masterlitho en estas tres décadas!

Luis Fernando Leal, CEO de Masterlitho, al lado de la máquina de impresión offset de 8 colores.

Cuando finalmente logré apartar mi vista de aquella impresionante muestra del desarrollo de la industria gráfica, pude apreciar la magnitud de la planta de impresión offset de Masterlitho ¡Es enorme! Los techos altos del lugar le dan aún mayor amplitud ante la vista, y se puede apreciar acá también esa danza sincronizada de las personas en cada una de las distintas máquinas, yendo de acá para allá, dando vida a los engranajes que mantienen en movimiento a Masterlitho.

Planta de impresión offset en Masterlitho.

Vimos una máquina de un color que se usa para aplicar barniz para dar acabados, con infrarrojo y secado ultravioleta, también una máquina que hace las costuras de los libros, la cual nos mostró muy atento José Raúl Salazar, uno de los colaboradores que estaban en el taller.

La impresión offset surgió a partir de la invención de la litografía, que inicialmente constaba de placas de piedra que se usaban como soporte y en las que se dibujaba o escribía con una sustancia grasa, de forma que cuando se humedecía con agua la superficie de la placa, ésta penetraba en la piedra, pero no en la escritura que se había hecho. Posteriormente colocaban tinta de impresión grasa, y así quedaba adherida a la placa. Era esta la manera en que podía realizarse la impresión, haciéndole presión con rodillos de caucho. Con el paso del tiempo, se descubrieron otras propiedades en los procesos de este tipo de impresión y eso llevó a cambiar el soporte por placas metálicas. La impresión offset se considera un sistema de impresión indirecto porque la imagen no pasa de la plancha al papel, sino de la plancha a un caucho, y del caucho al soporte final. Es esta cualidad la que la convierte en el sistema de impresión ideal para tirajes a gran escala. Nos comentaba don Luis que habitualmente se utilizan para cantidades de 300 ejemplares en adelante.

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Lo cierto es que Masterlitho es su gente y su experiencia. Actualmente cuenta con un equipo de 60 personas que se distribuyen en todas las tareas que necesita este lugar para dar vida a cualquier cosa sobre papel. Personal de diseño, quien trabaja directamente con las creaciones que envían los clientes, personas operarias, empacadoras y técnicas en encuadernación también son parte de lo que hace de Masterlitho una de las empresas líderes de la Industria Gráfica en Costa Rica.

Nuestra visita iba llegando a su fin. Pudimos observar la parte final del proceso de producción en el área donde se llevan a cabo los encolados y cosidos de los trabajos que lo ameritan; el área de empaque, donde se dejan listos para la entrega a los clientes y no podía faltar el vistazo a la inolvidable máquina de tipos (de ésta había también una en mi colegio) donde se realizan los troquelados. En palabras de don Luis Fernando Leal, esto es Masterlitho.